*En el llamado popularmente Jardín del Arte, una réplica a gran escala de un mapa de la ciudad del Siglo XVII con los barrios de La Luz, Santa María Xonacatepec y los cerros de Loreto y Guadalupe
Guadalupe Juárez
Puebla, Pue.- Es un vistazo desde las alturas a la “Ciudad de los Ángeles” en 1531, con un río San Francisco vivo que dividía los barrios. Sobre talavera, una de las artesanías poblanas más icónicas, los trazos perfectos de la ciudad colonial.
Una réplica a gran escala de un mapa de la ciudad del Siglo XVII elaborado por Talavera de la Luz, perteneciente a una colección de 75 planos antiguos creados desde 1996, expuestos en grandes sedes como el Museo Franz Mayer.
Uno de la colección está en el parque Lombardo Toledano, conocido como el Jardín del Arte. Se trata del plano de la “Nobilísima y muy leal Ciudad de los Ángeles”, vista desde el norte. En los trazos se aprecia perfectamente los barrios de La Luz, Santa María Xonacatepec y los cerros de Loreto y Guadalupe.
Es el primer mapa de la colección, que mide de largo 216 centímetros de largo y 180 centímetros de ancho. Su marco aquí está simulado por una línea de talavera con ángeles sobre una nube pintados e intercalados con una flor, protegidos a su vez por ladrillos.
El jardín donde se aloja tiene su propia historia. Lo que en una ocasión fue una gasolinera, hace más de 30 años, fue recuperado y se convirtió en un parque con jardineras y árboles, cuya sombra es aprovechada entre semana por quienes pasean por las calles de Puebla o los trabajadores de los comercios cercanos para despejarse por un par de horas.
Su nombre se debe a un ex gobernador oriundo de Teziutlán, quien estuvo al frente del estado entre noviembre de 1923 a marzo de 1924. Simpatizante del Partido Comunista Mexicano y líder sindical de la Confederación de Trabajadores de México, cuyo busto de bronce permanece en el parque.
Los fines de semana hay fiesta, cuando en ocasiones una banda urbana toca sus mejores canciones entre baladas, rock o metal, mientras los puestos de juguetes y figuras coleccionables están esparcidos por todo el parque, junto a los pintores y los dibujantes que dan clases ahí mismo o que venden sus obras.
Extranjeros y poblanos recorren uno a uno los puestos, mientras eligen si comprar algo de lo que se ofrece.
Cuando no hay puestos, es posible apreciar más murales en el jardín. Desde los que retratan al Popocatépetl y a la mujer dormida y la cosmovisión que los rodea, como al caudal del río San Francisco con la flora y fauna que lo caracterizaba antes de ser entubado debajo de un bulevar y la historia de sus pobladores que se asentaron cerca del afluente para hacer su vida.
Los murales en las grandes paredes de este parque, entre los arbustos, también hay expresiones de ideas más recientes. Una mujer de pelo azul, piel morena y con la frase “mujeres libres, sin fronteras y sin miedo” destaca.